EL NARCO FLUYE. Entrevista y Colaboración con Sheyla Homles.
Nada fluye sin lubricante; me lo dijo entre seria y sonriente. Ya había notado en otras ocasiones esa mirada especial de burlona ironía en Sheyla, pero esta vez era mas seria, con una mueca inusual y algo de brillo incisivo.
Sheyla Homles destacó como periodista de investigación en la decada de los 90 en Los Angeles donde la conocí, y ahora todo comienza de nuevo ─sí, todo recomienza, el aire se refresca y las noticias regresan─ …cuando me insistió no olvidar la dualidad entre beneficiados y perjudicados en toda pugna, o crimen. (1)
Tomé nota de sus recomendaciones y me sumergí en este mar nuestro de medios diarios en lo que llamo investigación notigráfica, o bibliográfica. El resultado fue apabullante, conocía el tema pero al buscar las notas me di cuenta que éstas iban en crescendo año en año desde décadas… el narco fluía en México.
No hay día ni periódico que no presente una o mas notas relacionadas con el narcotráfico, que ya no es solo tráfico y menudeo; hay narco violencia, narco empresas, narco política, narco trata, narco invasiones, narco finanzas, narco despojos, narco regional e internacional, narco plazas, y por supuesto narco células en disputa por la supremacía de territorios; narco hegemonía pues.
Compilé varias notas de periódicos y Digital Social Media of course, de diferentes estilos de compromiso narrativo, what ever it means, que se pueden clasificar en tradicionales, alternativos, conservadores, progresistas, en pro y en contra de lo que sea, y que pueden ser financiados por fuertes y medianos capitales, y medios digitales que viven con un poco de Miky Maus Mony.
El resultado fue formidable para mi interés, así que volví a pedirle a Sheyla una cita rogando al cielo que dispusiera de tiempo para analizar lo recopilado.
Como se puede ver fácilmente las actividades delictivas del narco abarcan toda una serie de proyectos, donde pueden eliminarse unos a otros por “mercadotecnia”, pero lo mas grave es el sicariato, el asesinato por encargo, donde se pueden incluir varios objetivos que van desde cobrar deudas en dinero, oponentes políticos, lideres comunitarios, periodistas y hasta feminicidios; todo por dinero, por contrato.
Finalmente logré la reunión con la Señora Sheyla, y debo aclarar que es mi amiga, que es una persona refinada, culta, muy directa y sincera, con la edad suficiente para haber aprendido de la vida, del oficio de investigar, y a escribir periodismo.
De entrada me dijo que estaba al tanto de la frecuente presencia de narco eventos, que ya le estaba causando sorpresa y curiosidad tanto despliegue en los medios y en la actividad callejera de estas pandillas ─así lo expresó ella─ de vándalos y organizaciones delictivas tan extendidas en el país. Y prosiguió…
─ Crear grupos, células, o diásporas de asalto, requiere inversión suficiente, constante y recuperable, como son las características de todo proyecto financiero. Aquí hay gente que conoce el valor del dinero y lo juega con fines muy concretos y proyectos a largo plazo muy prometedores, de todo tipo…
─ Están en todo el país; norte y sur, en el Pacífico y en el Golfo. Extender estas gavillas cuesta mucho dinero, lo cual quiere decir que solo participan financieros de muy alto nivel y que la recompensa para quien invierte, no para las bandas, es también de mucho dinero. Y nada fluye sin lubricantes ni beneficios prometedores…
Yo estuve de acuerdo en su análisis y ella continuó…
─ Las operaciones que llevan a cabo la gente armada incluyendo los capos, administradores y contactos, se sostienen con pertrechos, viáticos y las diversiones que más les atraen, e incluye por supuesto la promesa de mejores dividendos una vez logrados los fines que pueden ser controlar una plaza de mercadeo, tomar y mantener bajo seguridad rutas de trasiego de droga, armas, personas y dinero, apropiarse de medios de cultivo, industrias rurales, pesca, o de perdida una área urbana donde cobrar derecho de piso al comercio citadino.
Conozco los detalles de ésta investigación, pero estaba seguro que Sheyla aportaría algo más, un juicio de razones, así que me mantuve callado…
─ Veo claro que ésto no es un negocio para el actual gobierno, no como antes sí lo era cuando se repartían dividendos entre políticos protectores y operadores, hoy no veo esa parte, aunque puede darse de modo indiscreto en estados y municipios alejados donde no hay elementos suficientes para disuadir la delincuencia. Los capos pueden decirle a un funcionario público de bajo perfil, o el político al capo, me apoyas, te callas y compartimos… o te callamos.
─ Para el gobierno este despliegue de poder ajeno armado es un problema mayúsculo. Hace aproximadamente 14 años publicó la UNESCO una presencia de casi 460 mil elementos armados dentro de la delincuencia organizada en México, y hoy podrían ser mas de medio millón. Enfrentar esta cantidad de gente armada sería una contienda grave y peligrosa para la ciudadanía. Las fuerzas armadas oficiales lucharían contra un fantasma sin cara visible, la narco guerrilla. Las bajas civiles serían cargadas al ejercito y guardia nacional con mas reclamo que a nadie. Algo está presionando a desestabilizar la procuración de la seguridad pública de gobierno en todos los estados y en todo el país; ¿no crees?
... me preguntó y concluyó.
Quedamos en silencio ambos por un breve momento. Le agradecí su tiempo y le manifesté que yo había llegado a las mismas conclusiones. Que no veía otras razones que no fueran la recuperación y acumulación de mas dinero y mas poder. Nos despedimos y de nuevo le agradecí sinceramente su tiempo y esfuerzo.
Caminé lento y pensativo desde la casa de Sheyla a mi hotel. Traté en vano una vez mas en entender el porqué de la sangrienta avidez de poder y dinero, que es también un crimen, y que estorba para encontrar arreglos de paz social en el país y nuevas formas de convivencia, sin ideologías dominantes ni cotos de poder absoluto…
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Tino Loza PI
@compilandonews
28-JUL-2022
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Notas-Bibliográficas-Links:
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